Usando por primera vez el término “guardianes”, que busca relevar su tarea de velar por el ejercicio de los derechos y deberes de sus representados, cada curso del establecimiento eligió a sus representantes para el año escolar 2017.

El martes 21 de marzo, con la participación de un total de 135 estudiantes (60 mujeres y 75 hombres), se realizó la actividad mediante la que cada curso eligió a los y las estudiantes que lo representarán en todas las instancias relevantes para el cumplimiento de las metas y sueños que la comunidad escolar se ha propuesto para el año 2017.

El grupo de guardianes del curso Llübken/Rayo (8° básico), está integrado por Nelson Huenupe, Ariela Rodríguez, Brian Beroiza, Evelyn Castillo; del curso Lewbü/Río (1° medio) por Roberto Vásquez, Antonia Badilla, Emilia Insotroza, Oriet Garrido; del curslo Antü/Sol (2° medio) por Lino Fernández, Henry Huenupe, Magalay Beroiza, Eloísa Huenupe; del curso Lemu/ Bosque (3° medio): Matías Fierro, Viasly Flores, Laura Jara, Roxana Riquelme; y del curso Pun/ Noche (4° medio): Yamilett Huenchucan, Cristóbal Ortiz, Alexia Retamal, Brandon Salamanca.

Los y las guardianes elegidos han demostrado un gran compromiso y disposición hacia la misión que se les ha encomendado. Una de sus primeras tareas fue coordinar la recepción y entrega de los textos escolares del año 2017. También han asumido la difusión del Concurso de Cuentos Los Mayos en 100 palabras, y ya han comenzado a movilizarse para el proceso de elección del Centro de Alumnos.

Según la profesora María Teresa Garrido, “ha sido muy positivo tener guardianes en nuestros cursos. Creo que los y las estudiantes se han acercado de manera más amable a lo que significa para la comunidad educativa la organización estudiantil y el trabajo en conjunto. He notado que sus compañeros identifican y reconocen a los guardianes de cada curso. Sabemos que aún nos falta trabajar con ellos, para que cada vez vayan tomando mayor conciencia de la importancia del papel que juegan dentro del Colegio”.

Este nueva forma de denominar los microcentros de estudiantes es una de las innovaciones introducidas en el marco del proyecto “En la confianza no está el peligro: Jóvenes del Biobío construyen proyectos de vida”, ejecutado por SEPADE con co-financiamiento de la agencia de cooperación alemana “Pan para el Mundo: Servicio Protestante para el Desarrollo”.

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